Título: Una apuesta indecente
Autora: Emma Wildes
Traductora: Montserrat Roca Comet
Editorial y año: Plaza & Janés, 2010
Una disparatada apuesta entre dos galanes dará lugar a una historia de amor muy poco convencional… En plena Regencia, dos aristócratas londinenses, atractivos y conquistadores, se desafían mutuamente para saber cuál de ellos es el mejor amante. La noticia, que se extiende con rapidez, llega a oídos de lady Caroline Wynn, una atractiva viuda famosa por su desapego hacia los asuntos galantes. Sin embargo, movida por la curiosidad, decide participar en el desafío y convertirse en secreto objeto de deseo…
Emma Wildes es una autora revelación que sorprendió a público y crítica con la publicación de su ópera prima, Una apuesta indecente, una novela romántica que destaca por su originalidad. En un género en el que tan difícil resulta innovar, dada la gran cantidad de libros que se editan al año -tanto en nuestro país como en el extranjero-, Wildes ha conseguido atraer la atención de los lectores con un planteamiento diferente narrado desde un punto de vista curioso y desenfadado.
Nicholas y Derek son dos jóvenes aristócratas que se han ganado a pulso la fama de libertinos. En una velada en la que ambos ingieren demasiado alcohol, llevan a cabo una divertida apuesta: quieren saber cuál de los dos es el mejor amante de Inglaterra, y para ello buscarán la colaboración de una dama que esté de acuerdo con las cláusulas del acuerdo. La inusual apuesta alterará las vidas de todos los que se ven inmersos en ella, y de qué manera, aunque el plan no saldrá como ambos esperaban y pronto se darán cuenta de que separar amor y sexo, o cariño y amor, ya no es tan sencillo.
El erotismo que desprenden los capítulos de Una apuesta indecente es, sobre todo, elegante. La autora sabe cómo narrar escenas sexuales detalladas sin caer en vulgarismos ni perder el tono de la novela, antes al contrario: relata los encuentros carnales entre los protagonistas con mucho respeto y naturalidad. Por otra parte, el amor no tarda en aparecer y su evolución, si bien previsible, resulta intrigante y apasionante. La última parte de la novela se lee como un suspiro y deja un buen sabor de boca que encantará a los amantes del género.
A través de la historia que cuenta, se intuye una crítica aguda e incisiva hacia la sociedad de la Regencia, una sociedad hipócrita, materialista, superficial y altamente cotilla. La «escandalosa» apuesta que centra el argumento de la novela intenta romper, en cierto modo, con la hierática posición que solían adoptar los matrimonios y las relaciones amorosas de la época, y la autora consigue dar un enfoque personal e irónico a las situaciones tan inverosímiles en las que se hallan los personajes.
Ni que decir tiene que la novela romántica es uno de los géneros que más prejuicios y rechazos provoca. Un género injustamente denostado que tiene, por suerte, más partidarios que injuriadores. Unos y otros podrán comprobar, si lo desean y le dan una oportunidad, cómo Una apuesta indecente, gracias al argumento novedoso que plantea Wildes, destruye la idea de que todas las novelas románticas están cortadas por el mismo patrón. Que nadie juzgue sin conocer.