Autora: Michèle Kahn
Traductora: Rosa Alapont
Editorial y año: Grijalbo, 2006
Los Álvarez Sarmiento son una familia de origen judío afincada en el
País Vasco francés que lleva varias generaciones dedicada a la
elaboración y venta de chocolate. En 1761, el Consejo de Bayona promulga
una ordenanza que obliga a los judíos de la zona a cesar en sus
actividades comerciales. David Álvarez, patriarca y
memoria viviente de la familia, y su nieta Luna deciden
luchar y, rastreando en el pasado a lo largo de la historia familiar,
pueden demostrar que los Álvarez Sarmiento se encontraban entre los que
introdujeron el cacao en Europa y se esforzaron por extender su uso. Con
ello pretenden que se revoque la injusta decisión.
Cerca de una cincuentena de novelas publicadas en Francia preceden el nombre de Michèle Kahn. Cacao
es una de sus primeros libros traducidos al español, y en él la autora
gala repasa la historia de los maestros chocolateros en Bayona y hace un
esfuerzo por acercanos a los protagonistas, cuyas raíces se arraigaron
en nuestro país. Una historia original e interesante que termina
protagonizando una novela muy lenta y densa.
David
Álvarez Sarmiento es un hombre de negocios de origen español afincado
en una localidad bayonesa. Junto a su nieta Luna, elabora uno de los
chocolates más codiciados de la comarca. Sin embargo, los Álvarez
Sarmiento se han ganado las antipatías de sus colegas cristianos,
quienes no les perdonan que sean judíos. Empieza, entonces, una peculiar
caza de brujas cuyo objetivo será inhabilitar a los maestros
chocolateros que practican las enseñanzas de la Torá. Una batalla
encarnizada en pos de la ansiada victoria.
En Cacao
llama la atención, en primer lugar, el estilo de la autora. Michèle
Kahn consigue un curioso equilibrio: las descripciones hacen gala de un
léxito culto, y en ocasiones arcaizante, mientras que los diálogos
muestran una sorprendende actualidad. A pesar de ese logro, los primeros
capítulos presentan tal atropello de nombres que el árbol genealógico y
el listado de personajes que aparecen al principio de la novela son de
obligada consulta; este hecho entorpece tanto la lectura que acabamos
perdiendo el hilo.
El
aspecto que destruye el ritmo de la historia, sin embargo, es otro: la
gran cantidad de información acerca de los judíos y un relato
pormenorizado de los alegatos que escriben en su defensa. Uno no puede
pretender ofrecer una trama alrededor de una familia de maestros
chocolateros -aplaudo ese planteamiento inicial- cuando, después, el
grueso del libro está dedicado a los tejemanejes legales que enfrentan,
una y otra vez, a judíos y cristianos. La historia de los Álvarez
Sarmiento, que se me antojaba atractiva y emocionante, la razón
-parecía- de la novela, se ve relegada a un injusto segundo plano que no
le hace justicia alguna.
En
literatura, a menudo los lectores nos llevamos ciertas decepciones
porque son los mismos autores quienes parecen no tener claro qué nos
quieren contar. Si la intención de Michèle Kahn fuera avasallarnos con
nombres, decretos y artículos, sin duda Cacao cumple su cometido;
si, por el contrario, tenía en mente, como creo yo, describir cómo
vivían los protagonistas en su época, de qué manera se dedicaban a la
interesante tarea de realizar y vender chocolate y qué problemas
encontraron en su camino, esta novela alcanza una tercera parte de su
propósito. Qué pena, porque tanto el período histórico como la ubicación
del argumento (el País Vasco de la segunda mitad del siglo XVIII) y el
oficio de los protagonistas prometían mucho.
Vaya, siento que no lo hayas disfrutado...no me suena de nada, nunca lo había visto y viendo tu reseña pues la verdad es que no me lo apunto, saludos
ResponderEliminarMenuda decepción. Estaba leyendo tu post y cada vez me iba enamorando más de ese libro y de la sinópsis hasta que dices que mete datos y más datos como si fuera un libro de historia. Yo siempre digo que si uno quiere leer historia, que se vaya a un libro de historia, y que si quieres leer novela, pues novela es lo que vienes a buscar. Unos cuantos datos históricos son sin duda necesarios y se agradecen según estén contados, pero párrafos y párrafos de información sin más... como que no.
ResponderEliminarPD: me ha entrado gusa de chocolate xD
Vaya pues una pena que haya tomado esos derroteros. A veces el escritor investiga en profundidad y luego peca en la sobreexposición de esa información, de esos daros obtenidos. Una pena, como digo.
ResponderEliminarBesos y feliz domingo!
Pues a pesar de que te haya decepcionado creo que me lo apunto para un futuro (muy futuroso, eso sí) porque me interesa el argumento... Aunque gracias a ti, ya estoy advertida de lo que me puedo encontrar.1beso!
ResponderEliminarEl entusiasmo por la novela fue disminuyendo a medida que leía la reseña. Me pareció atrayente al principio, pero por lo que has comentado, me temo que no va a pasar a formar parte a la lista de lecturas pendientes.
ResponderEliminarUn saludo ^^
No la conocía y por lo que cuentas, tampoco me llama mucho, y con todo lo que tengo pendiente...
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues yo leo casi todo lo que tiene que ver con cacao y chocolate porque lo publicito en mi web, pero despues de tu post, no se si leer este.
ResponderEliminarTambien leo otras cosas!
Que pena que no hayas podido disfrutarlo más, a veces pasa eso con ciertos libros, los compras pensando que te van a encantar y luego te vas desinflando con la historia. A ver si hay más suerte con el próximo.
ResponderEliminarBesos!
Vaya, Xavier, una trama interesante que se estropee de esta manera. En fin, A veces los buenos escritores nos sorprenden con estas cosas. Hay libros que parece buenos, en principio, y luego te llevas el fiasco. Saludos.
ResponderEliminarLástima porque a priori parecía prometer bastante, la voy a dejar pasar que suficiente tengo con los decretos y artículos con los que lidio todos los días.
ResponderEliminarMusus.
No lo conocía.
ResponderEliminarEs una pena que no lo hayas disfrutado, porque tiene buena pinta =)
Besotes
Ya la sinopsis no me llamaba demasiado la atención, pero vista tu opinión no lo voy a leer. Es una pena no disfrutar de un libro. Besos!
ResponderEliminarLo estoy leyendo y me faltan pocas hojas para terminarlo. Realmente la trama y la historia son muy interesantes, pero por momentos es de dificil lectura tanto por el lexico como por la cantidad de personajes.
ResponderEliminarIgual vale la pena!, saludos
Excelente libro de novela histórica. Tiene un comienzo un poco enredado por la presentación de personajes, pero luego la historia es bella e instructiva en cuanto a la introducción del cacao en Europa. Me da pena que critique o saque conclusiones cuando sólo ha visto la tapa del libro.
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