Título: Platero y yo
Autor: Juan Ramón Jiménez
Editorial y año: Alianza, 1997 (1917)
Los dos iban juntos a todas partes, o a casi todas, y, mientras tanto,
charlaban de las cosas sencillas y profundas de la vida, de las cosas
del corazón. Era el hombre el que hablaba, claro, pero el burro lo
escuchaba con cariño, atentamente. Los dos vivían en un pueblo de
Andalucía, caminito de Huelva, que se llama Moguer. En aquel lugar, la
mayor parte de las casas son bajas y blancas y tienen geranios y
claveles en todas las ventanas. Es un lugar alegre, y el aire huele a
pinos y a mar, a limoneros y naranjos en flor. El hombre se llamaba Juan Ramón Jiménez y era poeta. El burro se llamaba Platero, y, de tanto oír a su dueño, también acabó siéndolo.
Si pensamos en poetas españoles, sin duda Juan Ramón Jiménez es una de las figuras más eminentes; no en vano su fama cruzó las fronteras y le valió el premio Nobel de literatura en 1956. Sus poemas forman ya parte de la cultura de nuestro país y una de sus obras, Platero y yo, se ha convertido en uno de los clásicos más recordados, citados y elogiados del siglo XX. El propio Platero es ya una referencia reconocible, hecho que da fe de la inmortalidad de esta novela lírica del autor onubense.
Platero es el burro tranquilo y adorable que acompaña al narrador durante sus días en el pueblo de Moguer, Huelva. Esta localidad protagoniza la novela y en ésta se encuentran detallados muchos de sus lugares más emblemáticos, así como algunos de las personalidades que allí destacan. Amores, amistades, traiciones, lazos familiares, profesiones..., el narrador nos envolverá con sus palabras para que lleguemos a conocer Moguer y a los habitantes del pueblo.
Vaya por delante, en primer lugar, que no soy amante de la poesía, y ésa es la razón principal por la cual no he conseguido conectar con la prosa de Juan Ramón Jiménez. La narración es muy bella y rica en descripciones musicales, la pluma del autor es indudablemente exquisita, pero a mí no ha terminado de casarme con la novela Platero y yo. Es inevitable que un poeta sea fiel a su propio estilo incluso cuando abandona el género en el que se siente más cómodo, aunque hay lectores, como yo, a quienes les pueda parecer demasiado elaborado, un tanto onírico quizás, de manera que ha formado una barrera que he debido anular para poder adentrarme en el libro. Y lo cierto es que, desgraciadamente, no he sabido eliminarla del todo.
Nadie puede negar, sin embargo, la ternura que desprende la historia de Platero. El burro y el narrador se presentan como dos personajes entrañables que desde el primer momento se ganan nuestro cariño. He echado en falta, por último, más continuidad en la novela: da la impresión de que los capítulos -a excepción del final, claro está- pueden leerse en cualquier orden y que son retazos algo aislados unos de otros; por ello, me ha costado asimilar la unión entre las diferentes partes y no he logrado ver la historia como algo completo.
Es la primera vez que escribo la reseña de un libro que no ha terminado de convencerme pero que, aun así, quiero recomendar. Sí, porque como he comentado ha sido mi falta de pasión por la poesía la que me ha llevado a tener esta opinión de Platero y yo, y estoy segurísimo de que esta novela lírica de Juan Ramón Jiménez sabrá emocionaros y llegaros, aunque no haya sucedido conmigo -desde aquí entono el mea culpa-. Por lo tanto, no dudéis en leerla y conocer así a un personaje inolvidable que os robará el corazón.
Es la primera vez que escribo la reseña de un libro que no ha terminado de convencerme pero que, aun así, quiero recomendar. Sí, porque como he comentado ha sido mi falta de pasión por la poesía la que me ha llevado a tener esta opinión de Platero y yo, y estoy segurísimo de que esta novela lírica de Juan Ramón Jiménez sabrá emocionaros y llegaros, aunque no haya sucedido conmigo -desde aquí entono el mea culpa-. Por lo tanto, no dudéis en leerla y conocer así a un personaje inolvidable que os robará el corazón.
No lo he leído, pero no me hace mucho opnerme a leer Platero y yo...
ResponderEliminarbesos
Yo tampoco soy amante de la poesía pero, al contrario que a ti, a mi este libro me encantó: lo leí hace tiempo, pero la historia del burrito y su dueño me dejó huella, y no dudo en tecomendarla. Por eso me ha gustado tu reseña, y especialmente el párrafo final, en el que, aunque dices que no has conectado con su prosa, lo recomiendas porque sabes que puede gustar a mucha gente. 1beso!
ResponderEliminarYo lo lei hace muchos muchos años, y no recuerdo que me entusiasmara especialmente. La poesia no es lo mio, sin duda, pero el libro creo que merece la pena leerlo como buen clasico. Besos
ResponderEliminarHola Xavier
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada. Ojalá si yo fuese escritora alguien dijese que no le ha gustado mi relato de esta manera tuya, que para no gustarte la poesía hay trozos en los que la rozas.
Un saludo
Igual que tú, no soy de las personas que conecta con ese tipo de prosa tan poetizada. Lo siento por Juan Ramón Jiménez pero, de momento, no me arriesgo a leerlo.
ResponderEliminarBesos.
Creo que haces bien en recomendarla pro que no deja de ser una obra importante y merece ser conocida, aunque luego guste más o menos. Besos
ResponderEliminarEntrañables recuerdos me trae Platero y Yo, Xavier. Y más cuando viví en Huelva doce años. Muchas veces pasé y junto al Instituto "Rábida",y también lo visité, donde estudio el genial poeta. Platero y yo es una prosa poética riquísima. No es de extrañar que le concedieran el Nobel a don Juan Ramón, sin olvidarnos de su esposa Zenobia Campubrí, que tanto le ayudó. Saludos. Paco.
ResponderEliminarVaya, una pena que no hayas terminado de conectar con Platero. Lo leí hace mucho tiempo ya pero tengo un recuerdo dulce.
ResponderEliminarUn abrazo!
Yo lo leí hace muchos años, y lo disfruté. No lo releeré pero no me arrepiento. Me gustó
ResponderEliminarBesos
Me gusta mucho la primera frase: ''Platero es pequeño, peludo y suave, se diría que es todo de algodón, que no tiene huesos''. Es sublime eso. No lo he leído, sin embargo, quizá tenga la misma impresión que tú y no me gustaría.
ResponderEliminarBesos.
Una verdadera pena. A mí me encantó de principio a fin. Una delicia de libro, a mi entender.
ResponderEliminarBesos,
Coincidimos en que no somos especialmente amantes de la poesía. Aunque intento siempre leer de todo, y últimamente algo de poesía, no llega a cautivarme como la novela. Después hay obras como "Campos de Castilla" o "El Romancero Gitano" que son casi fundamentales, y por tanto caso aparte.
ResponderEliminarBuena reseña en cualquier caso. ¡Saludos!
Pues una suerte que sea la primera novela que no te haya convencido del todo. A mí ya me ha pasado muchas veces.
ResponderEliminarRespecto a la novela, confieso que no la conocía (no soy español, aunque eso tampoco quita mérito).
¡Saludos!
Lo leí hace mucho tiempo y recuerdo que me gustó mucho y me enterneció, es un libro que se debe leer para conocer a uno de nuestros mejores poetas. Un beso
ResponderEliminarCreo que el próximo curso me toca leerla en la facultad, aunque igual la leo este verano.
ResponderEliminarBesos
Yo no lo he leído jamás. Solo he leído esas lecturas míticas que aparecían en los libros de lecturas del colegio. Como siempre he sabido cual era el final pues no he querido leerlo.
ResponderEliminarQuer recuerdos me traes. Lo leí hace muchos años. Es un clásico que todo el mundo debería leer. Besos
ResponderEliminarPues yo no soy mucho de poesía, así que no creo que me anime con este libro.Una pena, seguro que me estoy perdiendo grandes libros, pero así de caprichosos son los gustos:)
ResponderEliminar1beso