Título: Los tres secretos del samurái
Autora: Blanca Álvarez
Editorial y año: Espasa, 2013
Ambientada en el Japón del siglo XVIII, Los tres secretos del samurái
cuenta la historia de Tomiko, quien, siendo apenas una
adolescente, marcha de su casa con el propósito de librar a su hermana
pequeña de un matrimonio de conveniencia con un hombre aborrecible. En
su camino, la muchacha encuentra a seres mágicos que se ofrecen a
ayudarla, aunque a cambio de un alto precio. Para salvar a su
hermana, la joven decide ponerse a su merced, renunciar a su identidad y
convertirse en Susanô, el samurái del dragón. Como guerrero, Tomiko
vivirá innumerables aventuras y conocerá a dos hombres que marcarán su
destino: el valiente Shuzai y Hanzaburo, el hijo del zorro.
La catalogación por géneros literarios es, a veces, un tanto complicada, ya que hay novelas que ofrecen una mezcla de dos corrientes argumentales y que destacan por esa especie de híbrido literario que plantean. Si bien no son pocas las ocasiones en que he leído thrillers históricos, novelas históricas de aventuras o biografías noveladas, hasta ahora no me había encontrado ante un libro que uniera fantasía e historia. Los tres secretos del samurái, de Blanca Álvarez, cuenta con una rigurosa ambientación en el Japón del siglo XVIII y, a lo largo de la historia, aparecen numerosos ingredientes propios de la fantasía y la magia. Una combinación inusual para mí que me ha llevado a una lectura sorprendente y apasionante.
Tomiko es una joven campesina, de familia pobre, muy poco agraciada. La fealdad de su rostro la lleva a ganarse la antipatía, y hasta el odio, de sus progenitores. Tan solo encuentra amor y comprensión en Chikako, su hermana pequeña. Cuando a esta la prometen en matrimonio con un indeseable mercader, Tomiko decide ayudarla y hacer cuanto esté en sus manos para romper el compromiso. Para ello, la joven huirá de su casa y, con la ayuda de unos seres mágicos, se convertirá en Susanô, uno de los mejores samuráis de todo Japón. El cambio de identidad, sin embargo, le acarreará unas consecuencias imprevisibles que la propia Tomiko había despreciado pero que finalmente se alzan como una pared insalvable y desesperante.
La única vez que había hallado un componente de fantasía en una novela histórica (en El puente de los judíos), la unión de géneros me pareció desacertada. Los tres secretos del samurái, no obstante, me ha convencido dada la naturalidad con que convive la ambientación histórica y la fantasía. Blanca Álvarez ha realizado un espectacular trabajo de documentación para trasladarnos al Japón de los samuráis y del shogun, sin por ello descuidar el halo de deliciosa irrealidad que envuelve la trama. Los momentos en que aparecen seres mágicos resultan irresistiblemente adictivos y uno constata cómo ambos géneros se funden a la perfección en una historia que va más allá de las barreras entre clases de novelas.
La autora ha logrado, asimismo, añadir al libro elementos que suponen el acompañamiento ideal al argumento. Por un lado, demuestra una prosa rica, elaborada y sobria; una narración que hay que paladear y degustar para disfrutar de su calidad con calma, sin prisas ni presiones. Un estilo magnífico que nos conduce a unos brillantes perfiles de los protagonistas. Tanto la persona formada por Tomiko y Susanô como los secundarios que la acompañan a lo largo de la historia hacen gala de una realidad vívida, consecuencia del esfuerzo de la autora por presentar unos personajes complejos pero bien delineados. La lucha interna que debe emprender Tomiko una vez convertida en Susanô, por último, nos regala una espléndida historia de amor que asombra por la fuerza y el magnetismo que irradia.
Pocas veces me he enfrentado a una novela tan ambiciosa y que, a su vez, destile espontaneidad y franqueza. Creo que Blanca Álvarez ha cumplido con su objetivo con creces y ha sabido abandonar el género infantil y juvenil, en el que se ha ganado un nombre tras muchos años y no menos novelas, para dar el salto al público adulto con una apuesta inteligente y arrebatadora. Los tres secretos del samurái es una muestra de que innovar en literatura es posible; y no solo posible, sino que los lectores agradecemos esa dosis de originalidad que cuesta tanto ver hoy en día por las librerías. Desde aquí animo a la autora a continuar por el camino trazado y os invito a todos a apuntar su nombre y la novela que protagoniza esta entrada.