Título: El jardín olvidado
Autora: Kate Morton
Traductor: Carlos Schroeder
Editorial y año: Suma, 2010
En vísperas de la Primera Guerra Mundial, una niña es abandonada en
un barco con destino a Australia. En la noche de su veintiún cumpleaños, Nell O’Connor descubre que es
adoptada. Décadas más tarde, se
embarca en la búsqueda de la verdad de sus antepasados, que la lleva a Cornualles. A la muerte de Nell, su nieta Casandra recibe una inesperada herencia:
una cabaña y su olvidado jardín en las tierras de Cornualles que es
conocido por la gente por los secretos que esconde. Aquí es donde
Casandra descubrirá finalmente la verdad sobre la familia y resolverá
el misterio de una niña desaparecida.
Kate Morton ha demostrado ya ser una de las mejores tejedoras de historias del panorama literario actual. Cuatro novelas la han llevado a convertirse en una de las autoras del momento, gracias a unas tramas brillantemente hiladas y desgranadas con esmero, para que el lector no pueda despegarse de las páginas. Tras un primer contacto más que satisfactorio con La casa de Riverton, El jardín olvidado me ha recordado por qué la escritora australiana goza de un éxito incontestable y dulce. A mí me ha vuelto a llevar a una historia apasionante cuyo desarrollo me ha mantenido en vilo de principio a fin.
Nell descubre, al cumplir veintiún años, que no es quien creía. Su padre le confiesa que la adoptaron después de encontrarla sola, de niña, en un barco llegado a Australia. Muchos años más tarde, a su muerte, su nieta Cassandra recibe en herencia la propiedad de una enigmática cabaña en un pueblecito de Cornualles. La joven no dudará en viajar al Reino Unido para intentar desentrañar el misterio que rodea los orígenes de su abuela. Allí descubrirá el vínculo que existió entre Nell, una acaudalada familia y una joven huérfana que acabó convirtiéndose en autora de relatos infantiles. Lo que jamás imaginaba Cassandra es hasta qué punto la historia de su abuela está plagada de mentiras, secretos y claroscuros a simple vista indescifrables.
El jardín olvidado es la novela que supuso la definitiva consagración de Kate Morton como una de las voces más interesantes del mundo editorial. Y no es para menos, ya que nos hallamos ante la clara demostración de una habilidad narrativa brillante y poco frecuente. La historia se desarrolla en tres tiempos: a principios del siglo XX, antes del nacimiento de Nell; en 1975, cuando la mujer decide ir en busca de sus raíces; y en 2005, momento en que la nieta se lanza a terminar lo que comenzó su abuela. Tres épocas bien diferenciadas a través de las cuales se despliega el oscuro tapiz en el que rápidamente se convierte la trama. La autora hace gala de su maestría y con una precisión de metrónomo va elaborando y desvelando el enigma a un ritmo calmo y delicioso. Pese a los constantes saltos en el tiempo, el lector se adentrará tanto en el libro que no querrá despedirse de los personajes cuando deba retroceder o avanzar varias décadas.
Además de la maravillosa e imparable evolución de las pesquisas, a lo largo de la novela uno acaba por rendirse a una prosa soberbia que sabe cuándo ofrecer descripciones tan necesarias como bellísimas y cuándo presentar diálogos en que los propios protagonistas son quienes narran y nos sorprenden con las verdades que aportan; un equilibrio perfectamente logrado. Los personajes, por otro lado, me han convencido desde la primera página. A pesar de tratarse de tres épocas bien destacadas en la historia, todos ellos resultan verosímiles. El esfuerzo es evidente en la familia aristocrática inglesa, con la que asistimos al modo de pensar propio de los albores del siglo XX. Una cultura y una forma de actuar que quizá nos repelen en ocasiones, pero que sirven para que viajemos al pasado y asimilemos cuanto ocurrió con la pequeña Nell.
No sabría decir cuál de los dos libros de Kate Morton me ha gustado más, puesto que en ambos la autora echa mano de la fórmula que tan buenos resultados le da. La casa de Riverton me dio la oportunidad de conocer las razones del éxito de la autora australiana y El jardín olvidado confirma la apuesta segura que implica leer alguna de sus obras. Se trata de una historia adictiva y emocionante que atrapa y no suelta hasta llegar a un final fabuloso que arroja una luz concluyente sobre las numerosas sombras que oscurecen los capítulos del libro. Una lectura fantástica que no decepciona.