Título: Regálame París
Autora: Olivia Ardey
Editorial y año: Versátil, 2013
Yolanda tiene una habilidad especial para hacer felices a todos, excepto a sí misma. Sueña con viajar a París y, cuando por fin consigue volar a la ciudad del amor, su novio la deja tirada en el apartamento que había alquilado para el fin de semana. Por suerte, Patrick, su guapísimo casero, le dará alojamiento a cambio de que ella le ayude con el cortometraje que su productora realiza sobre esta mágica ciudad. Él le pide que le regale París a través sus cinco sentidos y Yolanda, mientras recorre sus calles, descubrirá que la dos cosas que su padre le dejó en herencia, el amor por el francés y la lengua de signos, no fueron al azar.
Este año he visitado, por fin, una de las ciudades que más ganas tenía de recorrer: París. Caminar por las calles de la capital francesa ha resultado una experiencia maravillosa que, a su manera, también me ha acercado a la literatura. Sí, son muchos los libros que transcurren en esta ciudad, y no me extraña, porque tiene un encanto especial que estimula la inspiración. Regálame París, de Olivia Ardey, sitúa en este maravilloso enclave una bonita y agradable historia de amor que, sin eclipsar otras de la autora que me han gustado más, me ha parecido entretenida y muy ágil.
Yolanda llega a París junto a una especie de novio que decide poner punto final a su relación en la ciudad del amor. Cansada de dar bandazos, tanto en lo personal como en lo profesional, Yolanda decide quedarse una temporada en París, animada, sobre todo, por la atracción que siente hacia Patrick, quien se ha convertido en su curioso casero. Para ella, sin embargo, la capital es mucho más que un destino turístico: allí residen las sombras del pasado de sus padres, una zona oscura de la que nadie le ha querido hablar. Dispuesta a conocer la verdad y a desentrañar un misterio que le produce mucha curiosidad, Yolanda se abrirá a la familia, y también al amor, cuando menos se lo esperaba.
Regálame París es la tercera novela de Olivia Ardey que leo. Tras disfrutar con Dama de tréboles y Bésame y vente conmigo, la escritora valenciana esta vez nos invita a viajar a una de sus ciudades preferidas. La pasión que siente por París está presente en cada capítulo, en cada frase, y se nota no solo que es un lugar que le despierta grandes sentimientos, sino que la propia escritora lo conoce bien, porque las descripciones hacen gala de una maravillosa precisión. El mítico barrio del Marais o las serpenteantes calles de Montmartre acompañan a Yolanda y Patrick y los envuelven con el halo de magia que solamente provocan localidades de ensueño como París.
Como digo, de los tres es el libro que menos me ha gustado, y sobre todo por dos razones: por el ritmo apresurado de los romances y por la acumulación de casualidades que restan veracidad y verosimilitud a la trama. En mi opinión, las historias de amor que contiene el libro —pues hay varias— experimentan una velocidad de vértigo que no corresponde con la realidad y el esfuerzo por lograr que todos los personajes terminen felices provoca el nacimiento de situaciones extrañas, y tal vez incoherentes, que no he logrado creerme. Por último, me gustaría añadir que ninguna editorial que se precie puede permitirse el lujo de prescindir de un (buen) corrector, porque es inaceptable que el lector, en casi cada página, advierta un error ortotipográfico.
A pesar de los aspectos negativos que he señalado, me gusta Olivia Ardey y me gustan sus libros. Son historias frescas y amenas que se beben, más que se leen, y que siempre aportan ese grado de positivismo y alegría que todos a veces necesitamos. Regálame París tal vez no se convierta en una lectura que pase a los anales de la historia de mi biblioteca personal, de acuerdo, pero me ha transportado a un lugar que he descubierto y aprendido a amar hace poco, y únicamente por eso ya merece la pena que os lo recomiende.