Título: Una tienda en París
Autor: Màxim Huerta
Editorial y año: Martínez Roca, 2012
¿Alguna vez has pensado empezar de cero en otra ciudad? Fue entonces cuando todo cambió. Justo al acercarme a aquel viejo cartel de madera escrito en francés que vendían en un anticuario improvisado de Madrid. Aux tissus des Vosges, Alice HUMBERT, nouveautés. Entré sin decir nada. Tenía la mirada perdida del que logra lo que quiere. En pocos segundos presentí un vuelco y una irreprimible necesidad de cambiar de vida. Traducido quería decir: tejidos de los Vosgos, Alice Humbert, novedades. Significaba más, mucho más...
No es extraño encontrar en librerías, hoy en día, novelas escritas por rostros mediáticos que relacionamos con los medios de comunicación —sobre todo, con la televisión—. A pesar de que comercialmente son nombres con tirón, los lectores a veces albergamos prejuicios y decidimos evitarlos. Yo siempre procuro, en la medida de lo posible, huir de esas valoraciones instantáneas y a menudo injustas, y gracias a ello he disfrutado de los libros de Boris Izaguirre o Raquel Martos, por citar dos ejemplos. Empecé Una tienda en París con la seguridad de que me iba a gustar y Màxim Huerta protagoniza mi primera gran decepción literaria del año. En breve os cuento por qué.