Editorial y año: Lumen, 2020
Paula es una neonatóloga de cuarenta y dos años con una vida ordenada. Apasionada por su trabajo e inmersa en la rutina de una relación sentimental que se resquebraja, pierde a su pareja en un accidente de tráfico pocas horas después de que él le comunicara que hay otra mujer en su vida y se marchará de casa. Junto al desgarro de una muerte a destiempo, Paula deberá hacer frente a la desdicha de sentirse abandonada y sobrellevar no solo el duelo, sino también el rencor. Una figura femenina que aparece en el hospital la tarde del fallecimiento de Mauro es la única que puede dar fe de que este hombre tenía ya otra vida... y tarde o temprano las dos mujeres tendrán que encontrarse.
De vez en cuando, quizá con menos asiduidad de lo que me gustaría, me dejo seducir por novelistas que escriben en catalán, mi lengua materna. A veces me guío por recomendaciones personales, otras por éxitos que trascienden las fronteras y se ven traducidos en numerosos idiomas, incluso el español. El caso del que quiero hablaros hoy engloba las dos circunstancias que acabo de enumerar. Aprender a hablar con las plantas, de Marta Orriols, lleva meses apareciendo en mis redes como una lectura aconsejada por gente de todo tipo. Cuando me atreví a volver a una biblioteca y lo vi en la estantería, supe que había llegado el momento de darle la oportunidad que merecía, y una vez leído entiendo y comparto el entusiasmo que provoca. Se trata de una novela intimista, muy humana y sensible, que ha conquistado corazones por doquier porque habla de unos sentimientos profundos que compartimos casi todos. Y porque lo hace de una manera impecable que no admite objeción alguna.